Reflexión.
Escribir me gusta, pero considero que nunca me ha resultado sencillo: escribo, borro, borro, escribo y vuelvo a borrar.
Al comenzar el taller de Escritura de Casos, ya tenía mi idea en mente para escribir, y como me lo esperaba, sucedió lo que comento anteriormente; ese fue mi primer desafío.
Mi segundo reto fue ¡escribir Caso de Estudio!, pues desde la primera sesión la instructora me hizo saber que mi idea era Dilema Ético pero no Caso de Estudio.
Ahora puedo decir que ya entiendo la diferencia entre Dilema Ético y Caso de Estudio, me gusta ejercitar mi cerebro en la búsqueda de sinónimos, ordenar ideas, revisar la puntuación, etc; la escritura de ambos me atrae, en el futuro espero tener oportunidad y tiempo para continuar con escritura de Casos y/o Dilemas.
Resulto realmente gratificante terminar de escribir mi caso, pues fui de las pocas en el curso que lo hizo y cuando fue aprobado para ser publicado en el CIC... me sentí feliz de ver el resultado de mi esfuerzo. A continuación comparto el caso escrito como evidencia de la competencia adquirida (sólo una parte pues cedí los derechos al ITESM):
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